La crisis que no espera: urgencias en el sistema de salud
El partido Dignidad y Compromiso hace un llamado urgente para enfrentar la crisis de salud en Colombia. La situación es cada vez más insostenible, las denuncias y tutelas por la falta de atención oportuna han aumentado sin que se tomen medidas efectivas. En el preámbulo de un nuevo debate sobre la reforma de la salud en la Cámara de Representantes, el país presencia un deterioro evidente en la atención, mientras que las EPS y el gobierno debaten sobre ajustes financieros y ganancias.
Lea el comunicado aquí: https://x.com/dignidad_col/status/1851658673048649927
La realidad de los pacientes: sin citas ni medicamentos
La situación actual es la de una crisis que se profundiza a diario siendo pacientes, hospitales y trabajadores los más afectados. Por su parte, las EPS alertan sobre la insuficiencia de la UPC al tiempo que echan a andar un modelo que se ajuste a lo que pueda ser aprobado en la reforma y a fortalecer las ventas de seguros voluntarios.
Dignidad y Compromiso hace un llamado a atender las denuncias por las cada vez más desesperantes barreras a los servicios de salud: las citas médicas y las entregas de medicamentos se retrasan constantemente, dejando a miles de personas sin el cuidado que requieren.
Deudas y asfixia financiera: hospitales en vilo
Uno de los problemas crónicos que impactan la atención a los pacientes es la asfixia económica de los hospitales públicos y privados, que sobreviven ahogados en deudas por la falta de pago de las EPS. El hospital San Félix de La Dorada, Caldas ilustra muy bien la situación que tiende a generalizarse en el país.
Según el último informe de la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas (ACHC), las deudas de las EPS con los hospitales llegaron a $16,8 billones en 2023, lo que afecta la operación y deja a estas entidades prestadoras de salud al borde del cierre o del recorte de servicios. Departamentos como Antioquia y Quindío han tenido que suspender servicios, a los afiliados de la Nueva EPS, intervenida y administrada directamente por el gobierno; y a los afiliados del fondo de prestación de servicios de salud del magisterio, FOMAG, gobernada por tres ministros del gobierno que hacen mayoría en su consejo directivo.
Financiar la UPC y garantizar la sostenibilidad del sistema
La reforma de la salud que promueve el gobierno de Petro no da una respuesta contundente al problema de la desfinanciación de la UPC (Unidad de Pago por Capitación), pieza fundamental en el engranaje del sistema y que al ser insuficiente, abre el camino para que se recorte el plan de beneficios. Expertos en economía y salud estiman que en los últimos 3 años la UPC ha acumulado un déficit de más de $7 billones, un desbalance que pone en jaque la sostenibilidad del sistema. Dignidad y Compromiso sostiene que esta falta de recursos afecta a los pacientes y reclama una refinanciación inmediata, una exigencia que debe ir acompañada de estudios financieros que sustenten la viabilidad del sistema.
Corrupción y clientelismo: el otro enemigo de la salud pública
En el escenario actual, el sistema de salud también se ve afectado por prácticas clientelistas y casos de corrupción que comprometen recursos públicos. Denuncias recientes de la periodista Paula Bolívar y la Revista Cambio revelan el desvío de fondos destinados a la construcción y adecuación de hospitales e irregularidades en la EPS Salud Capital. A la vez que contratos por sumas millonarias son adjudicados bajo términos sospechosos. La proliferación de casos de corrupción son cargas de profundidad que destrozan el sistema de salud.
¿Qué hacer?
Dignidad y Compromiso plantea soluciones concretas, enfocadas en apoyar a los pacientes y hospitales que hoy luchan por mantenerse a flote. Entre sus propuestas, destacan:
- Respaldar las peticiones de los usuarios y pacientes, quienes necesitan atención médica oportuna y con dignidad.
- Respaldar el “Plan Extraordinario de Liquidez” solicitado por la ACHC al gobierno nacional, es una medida urgente para aliviar la asfixia financiera de los hospitales.
- Exigir una refinanciación inmediata de la UPC, garantizando así el acceso a la salud sin discriminación.
- Exigir estudios financieros serios que aporten una base sólida para la reforma y la sostenibilidad del sistema de salud.
- Tomar medidas anticorrupción inmediatas y efectivas en todo el sistema.
- Mejorar las condiciones laborales de los trabajadores de la salud mientras se aprueba la reforma, asegurando su estabilidad y una remuneración justa.
Un sistema de salud con enfoque en la prevención y en la equidad
No hay duda que se requiere una reforma de la salud que desarrolle un modelo de Atención Primaria en Salud y de prevención y promoción de la salud que responda a las necesidades específicas de las comunidades en los territorios alejados y a las de menores ingresos en las grandes ciudades. La reforma debe apuntar a construir un sistema que garantice una respuesta rápida y eficaz a las necesidades de salud en todos los niveles, sin distinción de clase social o región.
La reforma de la Salud debe ser coherente y estructurada, una verdadera respuesta a los problemas que llevan décadas afectando a los colombianos, y “no una colcha de retazos” orientada a satisfacer los intereses de los diversos sectores políticos y económicos.
Sin pupitrazos ni acuerdos a puerta cerrada
La discusión de la reforma de la salud no debe hacer eco de los errores que llevaron a la aprobación de la Ley 100 en 1993 a pupitrazos. Hay un alto riesgo que la reforma de la salud se apruebe sin consultar los intereses de los verdaderos dolientes y se reduzca a acuerdos entre los mismos actores e intereses económicos y políticos que promovieron y aprobaron la ley 100.
El llamado a reformas de fondo de la salud.
Petro no cumplió su promesa de campaña electoral de eliminar las EPS. Un objetivo que no debió formularse porque como lo han demostrado estos dos años de polarización entre el gobierno y las EPS no existen condiciones para que desaparezca el aseguramiento. El proyecto de ley de reforma de la salud de Petro les cambia de nombre s las EPS por el de Gestoras y lo que se va a negociar en el congreso es cuáles de las funciones de intermediación que han venido ejerciendo van a conservar y en consecuencia, que tanto del manejo de los recursos públicos van a compartir.
La reforma de la salud debe corregir las desigualdades en el disfrute del derecho a la salud y estar dirigida a proteger a todos los colombianos. En medio de una crisis que afecta cada día a más ciudadanos, la exigencia es perentoria: soluciones concretas a pacientes, hospitales y trabajadores y ninguna concesión a la corrupción.