Natalia Hernández

Natalia Hernández

Administradora Pública, Consejera de juventud en la localidad de Usme

Razones por las que la juventud dejó de luchar

Ene 17, 2025 | Puntos de vista

La juventud dejó de luchar. En el 2025 debe existir una actitud crítica que permita unir los movimientos juveniles en torno a los problemas que los afectan. Solo así, se podrá construir un programa que les permita la organización y movilización.

Razones por las que la juventud dejó de luchar

Ene 17, 2025 | Puntos de vista

La juventud dejó de luchar. En el 2025 debe existir una actitud crítica que permita unir los movimientos juveniles en torno a los problemas que los afectan. Solo así, se podrá construir un programa que les permita la organización y movilización.
Natalia Hernández

Natalia Hernández

Administradora Pública, Consejera de juventud en la localidad de Usme

La juventud dejó de luchar en Colombia: un fenómeno preocupante

La juventud dejó de luchar en Colombia, a pesar de ser víctima del modelo económico de Apertura Comercial, que se comenzó a implementar desde 1991. Las medidas tomadas por los diferentes Gobiernos, incluido el del presidente Gustavo Petro, impiden el avance del país y limitan las oportunidades que puedan tener los jóvenes.

Según el DANE en Bogotá habitan 1.848.979 jóvenes que representan el 23,3% de su población; de ellos el 50,7% son hombres y el 49,3% mujeres. En estas cifras convergen todos los estratos, pasiones y sueños de dicho sector poblacional. Las localidades con más jóvenes, donde hay mayor densidad poblacional y gran vulnerabilidad, son Usme, Ciudad Bolívar, Bosa y Kennedy.

Factores que han frenado la movilización juvenil

La desigualdad es un factor importante que azota a los jóvenes en Bogotá. El estudio Jóvenes con Potencial 2024, ( de quien es el estudio ) reveló el nivel socioeconómico de la juventud en la ciudad: al estrato 1 corresponde el 9,3%, al 2 el 46,9%, al 3 el 31,11%, al 4 el 8,8%, al 5 el 2,2% y al estrato 6 tan solo el 1,7%. Lo más preocupante es el predominio de los estratos 1, 2 y 3, pues suman cerca del 87% de los jóvenes.

La juventud se encuentra en el limbo por falta de oportunidades; hay trabas para acceder a la educación superior y barreras para conseguir un empleo digno, la cifra de desempleo en Colombia para octubre del 2024 fue del 9,3%, mientras que para la juventud llegó al 16,1% y los denominados jóvenes “NINI”, es decir, quienes ni estudian ni trabajan contaron con una participación del 18,5%.

La apertura comercial y sus efectos en la juventud

Una de las causas de esta situación es la Apertura Comercial promovida desde el Gobierno del expresidente Cesar Gaviria, bajo el lema de “Bienvenidos al futuro”. Dicha decisión política quebró a los sectores que generan la riqueza propia del país, como el Agro y la Industria Nacional. En consecuencia, treinta y tres años después se distribuyen pobreza y miseria especialmente en los estratos bajos.

A los gobiernos de turno, incluido el del presidente Gustavo Petro, les encanta acatar las imposiciones económicas mal llamadas “recomendaciones” de los organismos internacionales como BM, FMI y la OCDE. A raíz de ello, Colombia prioriza el pago de la onerosa Deuda Externa e Interna sobre el gasto y la inversión social.

Gobiernos y políticas contra la juventud

Uno de los sectores más golpeados, que afecta directamente a la juventud y ha sido perjudicado por dichas medidas es el Educativo. Mientras el Sistema General de Participaciones (SGP), mecanismo utilizado para financiar la educación básica, deja de recibir desde entonces 350 billones, con la educación superior se tiene una deuda histórica de 18 billones de pesos aproximadamente.

El Gobierno Nacional de Gustavo Petro, tampoco ha tenido la voluntad política para contrarrestar la crisis. Persiste en el intento de que el papel de la juventud esté reducido a obedecer y padecer las consecuencias del modelo económico que hoy tiene al país en el atraso y el subdesarrollo.

El sistema educativo y su crisis financiera

En concordancia a la crisis mencionada, la juventud históricamente salió a las calles y particularmente durante el periodo de 2018 – 2021. Las razones eran demasiadas, pero resaltó por su importancia la exigencia contra las oleadas de imposiciones por parte de la OCDE, materializadas en el llamado “paquetazo neoliberal de Duque”, el cual buscaba imponer reformas: tributarias, laborales y pensionales contra los colombianos, afectando mayormente a los jóvenes.

El movimiento social alcanzó victorias significativas y dejó en claro que “Luchar sí sirve”. Se le arrancó al Gobierno Nacional de Iván Duque más de 5 billones para la educación superior y se logró establecer matrícula cero como alivio para los estudiantes, tras la pandemia. Además, se tumbó la reforma tributaria y abrieron espacios de participación como los Consejos de Juventud.

El momento era propicio para lograr grandes transformaciones, después de varios años donde la juventud estuvo quieta y despertó del letargo. Sin embargo, el fervor juvenil de exigencias, movilización y lucha se apaciguó con la elección de Gustavo Petro.

La juventud dejó de luchar.

Su campaña llena de promesas inalcanzables, cantos de sirena y coaliciones con la política tradicional le permitieron a Gustavo Petro obtener la presidencia. Gran parte de la dirigencia juvenil pasó a formar parte del nuevo Gobierno del presidente Gustavo Petro.

Las luchas juveniles y sus victorias recientes

Los resultados son desastrosos. Petro le falla a la juventud que esperanzada depositó su tradición de lucha, con su voto por él. Irónicamente, es el Presidente Petro quien hizo aprobar la reforma tributaria que los jóvenes le tumbaron al expresidente Duque, mediante la movilización en las calles.

Posteriormente el Presidente Petro hace aprobar la reforma pensional, que atenta contra los jóvenes; no cumplió su promesa de renegociar el TLC con EE. UU., la reforma a la Ley 30 no es su prioridad, la reforma al SGP tiene la venia de la OCDE para garantizar el pago de la Deuda, los sectores de Ciencia y Tecnología no cuentan con presupuesto adecuado, la crisis del ICETEX aún no tiene solución y el Sistema Nacional de Juventud existe solo en el papel.

¿Por qué la juventud dejó de luchar en 2025?

Toda esta arremetida del Gobierno Nacional se ha realizado con el silencio cómplice de los sectores que años atrás se estaban movilizando, con algunas honrosas excepciones. La pregunta para hacer es ¿Qué le pasó a la juventud que dejó de luchar? Su futuro está en riesgo, pero no hay siquiera cuestionamientos o quejas con respecto al asunto. En gobiernos anteriores, por cosas menos delicadas, había vigorosas manifestaciones. El tema es que muchos de los dirigentes juveniles siguen cooptados política y burocráticamente por el Gobierno Petro. ¡Cuánto daño a la juventud!

Independencia política y el futuro de la movilización juvenil

El llamado a la juventud y el movimiento social es el de la independencia frente a los diferentes gobiernos y eso incluye al del Presidente Petro. Esa es la garantía de poder exigir derechos sin estar atados a condicionamientos, que dejen de lado las necesidades de los jóvenes.

La situación de los jóvenes mejora sólo si el país avanza en términos de Desarrollo y generación de riqueza. Para lograrlo el Gobierno Nacional debe renegociar los TLC, en especial el firmado con EE.UU., proteger la industria nacional, crear subsidios al agro, tecnificar y modernizar el campo, generar aranceles estratégicos a las importaciones y controles a las mismas, crear políticas de sustitución de importaciones. Con ello sumar los ingresos necesarios para distribuir, vía derechos y servicios esenciales a la población. De lo contrario, el país seguirá repartiendo pobreza.

Así como en el 2018, se rechazaron las medidas que atentaban contra la juventud, en el 2025 debe existir una actitud crítica, que permita unir a los movimientos juveniles en torno a los problemas que los afectan. Así se podrá construir un programa que les permita la organización, la movilización y la lucha.

 

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