La corrupción en el Gobierno Petro alcanza su punto crítico tras múltiples escándalos que involucran a altos funcionarios. Mientras la crisis se agrava, el presidente evade su responsabilidad, pese a las advertencias de líderes como Sergio Fajardo. Colombia enfrenta un nuevo desengaño político.

 En la campaña en la que Gustavo Petro fue elegido presidente el 18 de abril de 2022, el también candidato Sergio Fajardo les dijo a los colombianos: “De la forma como se llega al poder, así se gobierna”, y advirtió: “Hoy tenemos dos campañas que no le dan la cara al país por sus cuestionados apoyos. ¡Necesitamos acciones concretas y propuestas para luchar contra la corrupción!”. Los analistas políticos han concluido que las emociones mueven más que las razones para votar por un buen presidente. “Después del ojo sacado, de qué vale Santa Lucía”, dicen ahora muchos de sus arrepentidos electores, pero el daño para la Nación se está consumando.

 Mejores candidatos, con programas de avanzada, más cualificados, capaces y además probados en la lucha contra la corrupción, quedaron al margen de la contienda. Petro supo transmitir la emoción por “El Cambio” y les dijo a sus electores lo que querían escuchar. Otros, como Robledo y Fajardo, decidieron que la ética y la moral están por encima de promesas, que el candidato sabe que no va a cumplir, lo cual es un engaño. Petro, sabiendo que no les iba a cumplir, por sus compromisos con la banca multilateral –FMI, BM, la OCDE y el Congreso de EE. UU.– y sus alianzas electorales con dirigentes tradicionales –de los cuales muchos tenían graves antecedentes–, prosiguió engañando a la población con propuestas de cambio que hoy son auténticos fracasos.

Hoy está demostrado: i) Que las reformas sociales de Petro fueron “negociadas”, o más bien impuestas, a través de esos organismos internacionales y que por lo tanto su Consulta Popular corresponde a esos intereses. ii) El Gobierno de Petro sucumbió ante graves hechos de corrupción de un grupo de sus altos funcionarios –no todos–, lo que convierte al presidente en el “Jefe de esa Cuadrilla” de corruptos, pues todos dependen de él, basta mencionar al círculo cercano vinculado al escándalo de financiación de la campaña con el contrabandista Diego Marín, alias “Papá Pitufo”, y otros hechos de corrupción de esa cúpula del petrismo, mencionados, investigados, indiciados o encarcelados, como Olmedo López, Sneyder Pinilla, Sandra Ortiz, María Alejandra Benavides, Luis Fernando Velasco, Ricardo Bonilla, Iván Name, Andrés Calle.

 “Sergio Fajardo lanza dura pulla a Petro por presunta corrupción en el sistema de salud”, tituló la revista Poder el 27 de febrero de 2025. “La corrupción sigue desbordada en el gobierno de Petro y ahora le llegó el turno a la salud, que ya la tienen en cuidados intensivos. El informe de La W nos revela cómo, desde el Gobierno, influyentes miembros y sus amigos se roban los recursos… El sistema de salud de los maestros, que Petro vendió como el modelo para todo el país, terminó siendo negociado. Y en vez de asumir su responsabilidad, el presidente premia a los corruptos y obliga a renunciar a los que denuncian”, afirmó Fajardo. De manera cínica, el presidente Petro, quien es el “jefe de esa Cuadrilla” de corruptos, insiste en que, como dijo el expresidente Samper, -uno de sus asesores y defensores-, todo fue a sus espaldas y él no tiene la culpa.

 El presidente Gustavo Petro es el único responsable de todo lo que suceda durante su gobierno, por eso no puede evadir sus culpas ante los graves hechos de corrupción, así como cuando “saca pecho” por sus escasas y elementales ejecuciones. ¡Colombia necesita un Cambio que ni uribismo ni petrismo le pueden dar!