El Movimiento Cívico por la Defensa del Agua, la Vida y el Territorio protestó por los efectos nocivos que la producción de aguacate Hass le causa a la región.
Más de 300 personas del norte de Caldas exigieron a la autoridad ambiental, Corpocaldas, constituir una mesa para la discusión sobre los efectos que la producción de aguacate le está causando a las fuentes de agua. 4200 hectáreas con vocación agropecuaria son afectadas por la concesión de aguas otorgada a la multinacional WAKATE, productora de aguacate Hass, que compromete la calidad y el suministro constante del líquido vital a las comunidades del sector.
Son 1200 usuarios de abastos y acueductos veredales, un total de 10 mil habitantes representados en las organizaciones en defensa del agua y la vida, a las que se sumó MAGMA, que se concentraron el pasado 22 de noviembre afuera de las instalaciones de Corpocaldas. Denuncian que la producción desaforada y uso excesivo del recurso por encima de la cota asignada, ignora la normatividad y restringe el acceso de las comunidades del abasto rural de Muelas, Buenos Aires y Campoalegre en Aránzazu, el acueducto urbano de Samaria en Filadelfia y el abasto rural de Pan de Azúcar en Neira.
La protesta incluyó un llamado a las primeras autoridades de estos municipios para que asuman una postura en defensa de sus gobernados. La protesta, pacífica y democrática, concluyó con la conformación de una mesa en la que se encuentran representados todos los actores comprometidos para la defensa no solo del agua y la vida, sino del territorio y la producción agropecuaria.