El presidente Gustavo Petro convirtió el Consejo de Ministros en reality show para acallar críticas internas. En una transmisión inédita, reconoció el incumplimiento del 75% de sus compromisos, culpó a su gabinete y consolidó el poder de Armando Benedetti, mientras la fractura dentro del Pacto Histórico se profundiza.

 El 4 de este mes los colombianos, que no superan su capacidad de asombro, se sorprendieron con un “talk show” al estilo farandulero, con un protagonista de siempre: El Gobierno del presidente Gustavo Petro, quien en una jugada táctica para continuar su estrategia preferida de acallar a los demás y hacer su voluntad, decidió transmitir públicamente el Consejo de Ministros. Para varios juristas es absolutamente ilegal, pero con Petro, el “todo vale” es la norma. Fue un espectáculo tragicómico y político al mejor estilo del “reality” de Laura Bozzo, la presentadora peruana-mexicana caracterizada por ser juez y parte, que insulta a sus participantes y siempre tiene la razón. Los televidentes vieron al presidente Petro apropiado de ese papel protagónico, desarrollando un guion que les confundió las sensaciones entre llorar o reír, pero sacaron sus conclusiones.

 Quienes conocen al presidente Petro saben que no cabe en su propio ego e impone su voluntad, lo cual hizo con el nombramiento de Armando Benedetti como jefe de Gabinete, a pesar de los argumentos en contra de gran parte de su Gobierno. Los que se opusieron le pidieron una reunión que mutuamente agendaron para las 8 de la mañana de ese día, pero como siempre el presidente Petro postergó y citó un Consejo de ministros en la tarde. Como Petro sabía que tenía “revuelta” a bordo, como táctica decidió transmitir el Acto de Gobierno, con lo cual los acallaría, pero el descontento afloró. La transmisión no fue por transparencia sino una “jugada política” para acallar los “revoltosos” y terminar culpando a sus ministros y altos funcionarios de su pésimo Gobierno, sin él asumir responsabilidad ni culpa.

El presidente Petro terminó reconociendo el fracaso de su Gobierno, pero acusó a su Gabinete de tener “agendas paralelas” y dijo: “Mi Gobierno hizo 195 compromisos con el pueblo, pero solo se han podido cumplir 49, o sea, 146 no se han cumplido hasta el momento, señoras y señores. Anoten, los tengo todos por ministerio”. Un estudio de la revista Semana revela que en realidad son 214 los compromisos, con un cumplimiento de 27 de ellos, o sea, el 12,7 %, lo que da la razón a los contradictores y marca el fracaso del proyecto “Progresista”.

 Otro asunto es la consecuencia política. En el Pacto Histórico no pasa  desapercibido que su “ídolo Petro” prefiera a Armando Benedetti y Laura Sarabia por encima de “petristas pura sangre” como Francia Márquez, Susana Muhammad, Jorge Rojas, Gustavo Bolívar, Alexander López y Augusto Rodríguez, entre otros, a quienes les impuso la jefatura de Benedetti, indultado con una segunda oportunidad, porque Benedetti y Sarabia conocen los hechos de corrupción del Gobierno, entre ellos la financiación ilegal de la campaña electoral, y cuyas amenazas retumban en los oídos petristas. Los analistas dan como un hecho que Francia Márquez y un grupo de funcionarios del Gobierno harán toldo aparte en la próxima campaña electoral.

 La nota emocional la impuso el súbdito de Petro y director de Prosperidad Social, Gustavo Bolívar: “Yo a usted lo amo, presidente, y lo digo con toda sinceridad. Por usted hasta el último día, pase lo que pase”. Ojalá este afecto lo tuviera Petro con las mujeres, puesto que en ocasiones sus palabras y actos han tenido un sesgo antifeminista, que contradice su proyecto progresista. ¡A esperar el próximo espectáculo circense!