Los medios de comunicación informaron que un número de importantes periodistas abandonaron el Pentágono, sede del Departamento de Defensa de los EEUU, debido a las nuevas disposiciones que en materia de información les impuso el secretario de Defensa, Pete Hegseth. France 24 tituló el 16 de este mes: “Decenas de periodistas abandonan el Pentágono”. Al interior de la nota informó: “La Administración de Trump avanza con nuevas disposiciones con las que diversos medios de comunicación denuncian una “mordaza” a la hora de cubrir la información de organismos gubernamentales. Los periodistas abandonaron el Pentágono y entregaron sus credenciales luego de que el 15 de este mes entraran en vigor las restricciones… Hegseth había fijado el 14 de octubre como fecha para que los medios de comunicación firmaran una nueva política de acceso al Pentágono o, de lo contrario, perderían el acceso a las credenciales de prensa y a los espacios de trabajo en esa entidad”.
“Según la nueva política, los trabajadores de la prensa deben comprometerse a no obtener ni utilizar ningún material que no sea autorizado por el Departamento de Estado, incluso si se trata de información no clasificada. De no aceptarlo, debían entregar sus credenciales de prensa… Casi todos los medios hasta ahora autorizados para cubrir la información en la sede del Departamento de Defensa –alrededor de 30, incluida la cadena Fox News, afín a la Administración Trump– se negaron a firmar las nuevas exigencias. Por tanto, se retiraron tras subrayar que esas medidas violan sus derechos amparados por la Primera Enmienda. La nueva política del Pentágono es la última ampliación de las restricciones al acceso de la prensa bajo el secretario de Defensa”, precisó el artículo de France 24. Así, una gran oleada de restricciones a la libertad de prensa y de pensamiento recorre el mundo, de la cual no se escapa Colombia.
La CRC, o Comisión de Regulación de Comunicaciones de Colombia –conformada por tres comisionados nombrados por el presidente de la República, quienes a su vez eligen de manera rotatoria su director ejecutivo–, se ha sumado a la ola de represión a uno de los principales derechos del ser humano: Su libertad de expresión y de pensamiento. El 10 de este mes la CRC envió una circular haciendo un requerimiento a los canales de televisión abierta y emisoras en el que solicitaba información detallada de sus políticas editoriales, documentos internos vigentes (manuales, guías, reglamentos, procedimientos o protocolos editoriales vigentes que orientan la producción y emisión de contenidos informativos), procesos de decisión editorial y las medidas implementadas por el operador para garantizar la diferenciación entre información, opinión y publicidad. “La información solicitada deberá remitirse dentro de los 10 días hábiles siguientes a la comunicación del presente requerimiento”, dijo la CRC.
La defensora del Pueblo, Iris Marín, el procurador general, Gregorio Eljach, y organizaciones como la Fundación para la Libertad de Prensa –FLIP–, acompañaron a los medios en una reacción que exigió a la CRC derogar dicha mordaza, lo cual resolvió añadiendo que la cesión de dicha información era voluntaria. Este es un asunto que el periodismo y la sociedad tienen que defender, ya que afecta a la libertad de pensamiento y expresión, la independencia, la autonomía, el pluralismo y la confianza en los medios.
¡Alerta, alerta!
¡Los vientos dictatoriales nos llegan por oleadas!





