El Parque Nacional Natural Isla Gorgona, conocido como la “isla ciencia” por su inmensa riqueza ecosistémica, es uno de los tesoros más preciados de Colombia. Sin embargo, este paraíso natural se encuentra bajo amenaza debido a un proyecto militar que el gobierno de Gustavo Petro planea continuar.
Este proyecto, lejos de ser una iniciativa autónoma del Ministerio de Defensa colombiano, forma parte de una estrategia estadounidense para controlar el Corredor Marino del Pacífico Tropical Oriental.
El Proyecto Militar: ¿Defensa o intervención extranjera?
Desde 2015, el proyecto de «Construcción, operación, abandono y restauración de la Estación de Guardacostas en la Isla Gorgona y obras complementarias» ha sido ideado y financiado por Estados Unidos, con una inversión que actualmente asciende a 12 millones de dólares. Aunque la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, ha intentado presentar la base militar como un proyecto enfocado en el turismo y la investigación científica, la participación de Estados Unidos revela el objetivo estratégico de dominación.
¿Cooperación o control? la estrategia de EE.UU. en la región
La presencia militar de Estados Unidos en América Latina no es un fenómeno nuevo. Con más de 750 bases en 80 países, el interés estadounidense en regiones como el Corredor Marino del Pacífico Oriental es evidente. Este corredor se extiende desde el litoral pacífico de Costa Rica, pasa por Panamá, Colombia hasta el Ecuador y es de vital importancia estratégica. La jefa del Comando Sur, Laura Richardson, ha dejado claro que este interés se enmarca en los objetivos de control global de Estados Unidos.
Tipos de bases militares: La táctica de EE.UU.
Según el Centro Mexicano de Relaciones Internacionales, las bases militares estadounidenses en Latinoamérica pueden clasificarse en tres tipos: bases de operaciones, bases militares pequeñas (conocidas como «Lily Pads») y bases financiadas. El proyecto en la Isla Gorgona entra en la categoría de «base financiada», esto significa que, además del permiso que tiene el personal operativo norteamericano para acceder a las instalaciones, la financiación y dirección del proyecto comprometen la soberanía colombiana.
Reacciones contra la injerencia militar en la región
Varios líderes latinoamericanos han mostrado su rechazo a la presencia militar de Estados Unidos en sus territorios. En 2009, Rafael Correa criticó la base estadounidense en Manta, Ecuador, y un año después la cerró, habiendo declarado que Ecuador no necesitaba la «protección» de Estados Unidos. Evo Morales, en Bolivia, expulsó a la DEA en 2008, acusándola de conspirar contra su gobierno. Luiz Inácio Lula da Silva, en Brasil, también expresó su preocupación por la presencia militar de Estados Unidos en la región.
En Colombia, la implantación de cinco radares estadounidenses desde 2009 no ha demostrado ser efectiva en la lucha contra el narcotráfico, pero sí ha planteado serias dudas sobre la violación de la soberanía nacional.Estos radares, que tienen la capacidad de monitorear todo tipo de navegación aérea, permiten el control del espacio aéreo de nuestro país.
Defendamos Gorgona: Biodiversidad y soberanía en juego
El proyecto militar en Gorgona podría alterar irreversiblemente la vocación del parque como área de conservación. Según el Comité Científico de la Isla, la construcción y operación de una subestación de guardacostas en Gorgona pondría en riesgo más de cien especies animales, muchas de ellas endémicas. Especies como las ballenas jorobadas, que visitan la isla para dar a luz a sus crías, podrían verse gravemente afectadas.
Defender Gorgona es más que proteger un parque natural; es una cuestión de soberanía e independencia para Colombia. La conservación de la biodiversidad terrestre y marina de la isla, así como el desarrollo del ecoturismo en la región, deben ser prioridades nacionales, sin la intromisión de intereses extranjeros.
¡Es hora de alzar la voz y proteger nuestra Isla Gorgona!