El Primero de Mayo en Colombia fue usado por el gobierno de Gustavo Petro para promover su consulta popular. El mandatario busca movilizar a los trabajadores con fines electorales, en lugar de reivindicar sus derechos, según denuncian dirigentes sindicales independientes.
La conmemoración del Primero de Mayo como el día universal de los trabajadores, cuyas marchas en todo el mundo tienen por objetivo rememorar las grandes gestas que libraron los trabajadores por obtener la reivindicación de las ocho horas de trabajo, ocho horas de educación y ocho horas de descanso y que llevaron al encarcelamiento, tortura y muerte de centenares de sus dirigentes, ha venido siendo apropiada por diferentes gobiernos para hacer proselitismo político en beneficio de sus ideas. Esta ha sido la táctica política de Gustavo Petro, quien desde su Presidencia ha cooptado, o mejor “comprado”, a otrora importantes dirigentes obreros que hoy posan como sus “lugartenientes”, con “jugosas mermeladas” para poder ejercer la manipulación.
Desde su Gobierno, Gustavo Petro pidió a estos dirigentes que convocaran a los trabajadores colombianos a las plazas públicas, según él, para exigir del Congreso de la República la aprobación de las Reformas Sociales, las cuales les ha vendido como la panacea para todos sus males. El engaño de Petro es por partida doble: De una parte, dichas reformas sociales son las mismas que él acordó con los organismos multilaterales como el FMI, BM, OCDE y el Congreso de EEUU, lo cual testimonió la exministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez. Y por otra, Petro tiene debilitados y divididos, no solo a los trabajadores sino a los movimientos sociales, con lo cual consigue neutralizar la capacidad de lucha y movilización en contra de las medidas de su Gobierno, poniéndolos a su servicio, castrándoles su autonomía e independencia.
Consulta Popular de Petro encubre los contratos basura
La consulta popular de Petro encubre el sistema de contratación basura que afecta a la mayoría de empleados públicos y privados en el país.
El ministro del Interior, Armando Benedetti, aseguró en un arranque de sobriedad: “La “mini reelección” del presidente Petro es el primero de mayo en la marcha que se va a hacer y en la consulta popular, una vez que pase en el Senado de la República”, en declaraciones hechas el 25 de abril en la instalación de un comité de apoyo al “Sí” de la consulta popular en Yopal (Casanare), donde también se llevó a cabo la Cumbre de Gobernadores: Turismo, Agroindustria y Oportunidades para las Regiones, organizada por la Federación Nacional de Departamentos. Benedetti agregó que “es la respuesta a lo que sucedió en el Senado de la República” sobre el hundimiento de la Reforma Laboral en la Comisión Séptima del Senado, como si la decisión de esta Institución no fuera democrática o fuera ilegal. Benedetti trató luego de corregir, pero hay que recordar que ya está sobrio, pues él mismo confesó que está en tratamiento contra la adicción.
Lo que está claro es que el presidente Petro manipula a una parte del movimiento obrero en beneficio propio y que toda su “tacada” política está dirigida a insistir en su reelección, así sea, en últimas, “en cuerpo ajeno”, lo que le permite mantener su poder. Por eso los utilizará el Primero de Mayo para lanzar dicha estrategia política, que toma la forma de Consulta Popular, para “movilizar el aparato estatal y aprovechar el descontento social para fines puramente electorales. No resuelve los problemas laborales. Es una maniobra para anticipar su campaña electoral de 2026, utilizando el aparato estatal, el descontento social y los derechos laborales como estrategia política”, escribió en La Tribuna Colombia el dirigente político y sindical Gustavo Triana. ¡El movimiento obrero tiene que recuperar su autonomía e independencia si quiere avanzar en la reivindicación de los derechos de los trabajadores!