Eliminará el FOMAG y los regímenes de salud y pensiones del Magisterio
“Quebrarle el espinazo” a la Federación Colombiana de Educadores (FECODE) fue lo que recomendó a los gobiernos colombianos neoliberales la denominada Misión Alesina, que en el año 2000 encabezó Alberto Alesina, economista de la Universidad de Harvard, cuna de los aperturistas del mundo. Dicha misión fue financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo y recomendó un recorte sustancial del presupuesto destinado a la inversión social, con el objetivo de garantizar el pago cumplido de la deuda pública de Colombia. Para evitar que le rompieran el espinazo, hasta la llegada de este gobierno, FECODE mantuvo una tradición de lucha, con la cual defendió los principales derechos de docentes y directivos docentes. Cabe recordar que el gran obstáculo para los recortes a la inversión social han sido los sindicatos.
Con certeza, el colectivo de docentes “Tribuna Magisterial” dice que “durante años FECODE ha sido reconocido por ser una organización sindical con mucha fortaleza, que a través de la lucha decidida y organizada del Magisterio ha resistido los embates contra la educación y los maestros, de los distintos gobiernos que han pasado por el país. Pero además de resistir, es histórico y motivo de orgullo para el gremio lograr grandes conquistas como el Estatuto docente, La Ley general de educación y la Ley 91 de 1989 que creó el Fondo de Prestaciones Sociales del Magisterio (FOMAG), para tener los regímenes de salud y pensiones exceptuados y contar con recursos propios para evitar que los maestros y sus familias padezcan el rigor de la política neoliberal, en salud y pensiones”. Desafortunadamente, Gustavo Petro cooptó una amplia cúpula de FECODE.
Atónitos, los dirigentes sindicales consecuentes debieron ver “en vivo y directo” cómo, en el Consejo de Ministros del 15 de este mes, el presidente Petro sentenciaba a muerte los regímenes especiales de salud y pensiones del Magisterio, trabajadores de Ecopetrol, universidades y Fuerzas Militares Sobre el Magisterio fue enfático: “El FOMAG, dedicado a salud, sería más eficaz bajo la nueva reforma a la salud… Si el FOMAG no está adscrito a una aseguradora, sino al Ministerio de Salud, y realizar con ADRES, lo mismo que ya estamos realizando con los hospitales y clínicas, de manera directa, sin intermediarios”. Y casi a renglón seguido afirmó: “O se implementa la reforma a la salud o cambiamos de gerente, porque alguien tiene que ser capaz de hacerlo”. Luego, refiriéndose a las pensiones dijo: “Un maestro puede recibir más rápidamente su pensión o sus cesantías en Colpensiones”. Bueno, ya comenzaron, pasaron $1.5 billones de pensiones a salud, para tapar el hueco de corrupción y burocracia petrista.
Para que el Magisterio se sienta notificado de que va en serio, soltó la siguiente perla refiriéndose a Aldo Cadena, vicepresidente del FOMAG: “Aquí yo veo que esto no está avanzando porque la directriz que yo le di es la reforma a la salud presentada al Congreso bajo la ley actual. Si usted no es capaz de desarrollar la reforma a la salud del Gobierno, pues no puede estar”. La escena dejó petrificados y mudos a las mayorías que en FECODE siguen la orientación del presidente Petro, los mismos cooptados que tienen inmovilizada la lucha del Magisterio y están facilitando cumplir la orden neoliberal de “romperle el espinazo” a FECODE. ¡El Magisterio aún está a tiempo de lanzar la más grande de las batallas en defensa de los derechos conquistados!