Petro se raja en comercio exterior

Feb 12, 2025Economía, Temas

Director de Investigaciones de Cedetrabajo Economista. Especialista en Gerencia Financiera Internacional.
Los resultados del comercio exterior de Colombia reflejan la falta de coherencia del gobierno. La política comercial brilla por su ausencia en un contexto complejo.

El comercio exterior de Colombia sigue sin rumbo ante la falta de estrategia del gobierno de Gustavo Petro. La inversión extranjera cae, las exportaciones no se diversifican y los acuerdos comerciales no avanzan, mientras la economía sigue atada a la dependencia de materias primas sin cambios estructurales en la producción.

En el Consejo de Ministros del 4 de febrero de 2025, el país fue testigo de la confesión de Gustavo Petro: el gobierno ha incumplido 146 de los 195 compromisos adquiridos, un 75% de la agenda, y los incumplimientos en áreas como educación (95%), transición energética (84%) y seguridad (65%) despertaron las primeras alertas. Las seis horas del evento evidenciaron la total desconexión del presidente con sus subalternos y con la realidad del país y del mundo. El programa de gobierno se quedó en simples promesas.

La incapacidad del gobierno para atender los problemas que enfrenta el país es evidente. El gobierno es incapaz de articular una estrategia económica clara ante una muy lenta recuperación, mientras recrudece el conflicto interno y crece la incertidumbre global por la escalada de disputas comerciales y bélicas.

El Declive de la industria en Bogotá

Bogotá ha sufrido una rápida desindustrialización desde los 90, impulsada por la apertura económica y los TLC, afectando su producción y empleo.

Los cinco ejes de la política

Inicialmente, Gustavo Petro prometió diversificar las exportaciones para reducir la dependencia de las economías fósiles, convirtiendo a Colombia en Potencia Mundial de la Vida. Proponía una economía sustentada en el uso de fuentes de energía renovable que, junto con Joe Biden, iba a liderar “la construcción de una gran Alianza por el Progreso en las Américas” para expandir la libertad, la democracia y la transición hacia energías más limpias.

El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo determinó cinco ejes centrales para guiar la estrategia: inversión extranjera sostenible, internacionalización de los territorios, integración con el Sur Global, multilateralismo activo y una internacionalización justa.

Colombia no es atractiva para la Inversión Extranjera

En el primer eje de la política de comercio exterior, el gobierno esperaba reorientar la inversión extranjera directa (IED) hacia sectores sostenibles y de transición energética, alejándose del enfoque tradicional en minería y energía, que representó el 60% de la IED en las últimas dos décadas.

En diciembre de 2024 el país cerró con ocho meses consecutivos de caídas en los niveles de IED. Los flujos de IED cayeron en 2024 un 17,6% frente a 2023 y aportaron a la economía unos USD $10.800 millones, un monto inferior al de las remesas de los trabajadores colombianos en el exterior, que aportaron a la economía colombiana cerca de USD $12.000 millones en 2024.

La caída de la IED en el sector minero-energético, producto de la política antipetrolera de Petro, no logró ser compensada con el comportamiento de la inversión en los sectores productivos, pues la IED mantuvo su preferencia por las actividades financieras. Se puso en evidencia que no hubo cambios en la composición de la IED.

Educación, innovación y exportaciones: promesas incumplidas

El gobierno había prometido fortalecer la formación en bilingüismo, tecnologías digitales y análisis de datos para impulsar la productividad y la competitividad del país en el comercio exterior. Sin embargo, la inversión en ciencia, tecnología e innovación sigue siendo irrisoria y el Ministerio de Educación, como quedó demostrado en el Consejo de Ministros, es el que menos promesas del gobierno ha cumplido.

Petro incluso prometió 100 universidades, entre las que se encontraban la Universidad del Catatumbo, la Universidad Indígena wayúu, el multicampus de Kennedy y sedes en regiones como Caquetá y San Andrés, que siguen en el aire.

Sofisticación y diversificación en veremos

En 2024, las exportaciones de Colombia registraron una leve contracción del 0,44%, principalmente debido a la caída en el valor del carbón y el petróleo, que no logró ser compensada con el aumento en la demanda de productos agrícolas como café y flores.

La sofisticación de la oferta exportable agrícola y la diversificación de la canasta exportadora industrial siguen en veremos. La evolución de la canasta exportadora muestra que el país se ha especializado en la exportación de productos tropicales como café, banano, flores y otros frutos.

La promoción de las exportaciones de municipios con menos de 200.000 habitantes y de las regiones PDET (Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial) está lejos de realizarse. El fracaso de la paz total y del tan publicitado acuerdo nacional, así como la agudización del conflicto en Cauca, Chocó y Norte de Santander, marginados económicamente, pero claves para el desarrollo productivo y exportador, dejan allí al descubierto la ausencia del Estado,

Organizaciones sindicales y usuarios del sector salud exigen presupuesto adecuado para la Subred de Salud Centro Oriente de Bogotá.

Organizaciones sindicales del sector salud y usuarios exigieron en un plantón el giro de la totalidad del presupuesto destinado para el funcionamiento de la Subred Centro Oriente en la capital del país. La ausencia de recursos ha creado inconvenientes en la prestación de los servicios de salud y en las garantías laborales de sus trabajadores. Sindicatos y usuarios del sector exigen pronta solución.

Protección ineficaz y TLC sin renegociar

Para proteger la industria nacional y promover su transformación, el gobierno prometió la aplicación de aranceles inteligentes y el fomento y protección de pymes locales para mejorar la competitividad en el comercio exterior. El ofrecimiento aún no se materializa, particularmente en sectores económicos como el automotriz, agroindustrial, farmacéutico, de defensa y de energía.

Las medidas de protección han sido inocuas, lentas, reactivas y de bajo impacto. El establecimiento de barreras de protección en sectores como confecciones, autopartes o metalurgia se ha demorado y no se ha visto acompañado de políticas de promoción de la producción nacional en los sectores afectados.

Las exportaciones del sector automotriz cayeron un 9% en 2024, las de productos farmacéuticos un 8,4%, las de productos elaborados de metal un 4%, las de productos de cuero un 12% y las de confecciones un 10%.

Tras dos años de gestiones, la renegociación de los TLC se redujo a una revisión superficial que terminó en una nota interpretativa no vinculante. En contraste, en menos de un mes de gobierno, Donald Trump amenazó con barreras arancelarias que violan de facto los compromisos del TLC con Colombia, dejando al país en una posición todavía más vulnerable.

La lucha contra fenómenos como el contrabando, que representa cerca del 10% de las importaciones, es otra tarea pendiente del gobierno por sus bajos resultados y por la vinculación del zar del contrabando, “Papá Pitufo”, a la financiación de la campaña del presidente.

Una política sin rumbo

El gobierno de Petro prometió también fortalecer las relaciones comerciales con América Latina, Asia y África, pero los resultados muestran que el país sigue dependiendo de los mercados tradicionales. Mientras las exportaciones a América del Norte crecieron un 7% y concentraron el 34,3% de las exportaciones totales, las exportaciones a Asia apenas crecieron un 1,5%, a Europa cayeron un 18% y a África, objetivo de la Vicepresidenta, se desplomaron un 41%.

Lejos de diversificar la oferta productiva y los mercados, la política comercial del gobierno ha sido ineficaz. La falta de estrategia y ejecución ha dejado a Colombia sin avances en la integración regional e internacional y sin una transformación productiva real. La economía sigue dependiendo de la exportación de materias primas y productos agrícolas, mientras el país pierde oportunidades en sectores industriales y de valor agregado.

En el ámbito multilateral, el gobierno prometió un papel activo y responsable en el relacionamiento con organismos internacionales, pero en la práctica ha seguido al pie de la letra las recomendaciones del FMI, el Banco Mundial y la OCDE, sin cuestionarlas ni adaptarlas a las necesidades del país.

Lo más preocupante es que el gobierno ha hecho un manejo clientelista de los cargos diplomáticos. En el último año, Petro abrió nueve embajadas en países como Etiopía, Guyana, Rumania y Senegal, además de reactivar la representación ante la FAO, para contentar a Benedetti, y de reencauchar a Laura Sarabia como Ministra de Relaciones Exteriores. El manejo de la política exterior es oneroso y desgastante. Cada embajada representa un gasto anual superior a 150.000 dólares por embajador.

Lejos de fortalecer la inserción de Colombia en la economía global, el gobierno ha desperdiciado oportunidades claves para diversificar mercados y modernizar la oferta exportadora.

La falta de una estrategia clara, sumada al manejo clientelista de la política exterior, ha dejado al país sin rumbo en el comercio internacional. Mientras el mundo se reconfigura en medio de disputas comerciales y conflictos geopolíticos, Colombia sigue sin una hoja de ruta que garantice la competitividad y el desarrollo productivo. Es urgente corregir el rumbo antes de que la inacción pase una factura aún más costosa.

Publicaciones Relacionadas

Organizaciones sindicales y usuarios del sector salud exigen presupuesto adecuado para la Subred de Salud Centro Oriente de Bogotá.

Organizaciones sindicales y usuarios del sector salud exigen presupuesto adecuado para la Subred de Salud Centro Oriente de Bogotá.

Organizaciones sindicales del sector salud y usuarios exigieron en un plantón el giro de la totalidad del presupuesto destinado para el funcionamiento de la Subred Centro Oriente en la capital del país. La ausencia de recursos ha creado inconvenientes en la prestación de los servicios de salud y en las garantías laborales de sus trabajadores. Sindicatos y usuarios del sector exigen pronta solución.