Xi Jinping, Vladimir Putin y Kim Jong Un en ceremonia en Pekín

¡Histórico! El mundo se encamina hacia un Nuevo Orden. En China, la cumbre de la OCS y el desfile de la Victoria contra el fascismo lo aceleran

Sep 15, 2025 | Pasa en el mundo

Un nuevo orden mundial toma forma en Tianjín y Pekín con la cooperación de China, Rusia e India, alejándose del dólar y enfrentando las sanciones comerciales de Estados Unidos.

El mundo se encamina hacia un Nuevo Orden

Los días 31 de agosto y 1 de septiembre pasados se realizó en Tianjín, China, la Cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), que unió a tres grandes potencias, China, Rusia e India, e innumerables países euroasiáticos. Y el día 3 de septiembre se conmemoró en Pekín, China, el 80 aniversario de la Victoria contra el fascismo, que dio término a la Segunda Guerra Mundial con la derrota de Japón y la liberación de China. Los dos acontecimientos marcan la aceleración del Nuevo Orden Global multipolar, para dejar atrás el unipolar imperante y hegemónico de Estados Unidos.

Líderes internacionales reunidos en la cumbre BRICS 2025 en Brasil

La cooperación económica emergente

Después de la crisis mundial del capitalismo financiero, en 2008, ya se anunciaba el nacimiento en el mundo de una asociación de países para cooperar económicamente desligados del dólar como moneda única de referencia mundial, ligada al hegemonismo del Norte Global, para encaminarse a la construcción de un nuevo estatus económico que respondiera a la realidad del avance de muchos países emergentes y a sus monedas nacionales, y vinculados con el Sur Global. Esa asociación se llamó BRICS, acrónimo que une a las iniciales de las naciones fundadoras, en su orden Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica.

Hoy lo conforman 21 países, entre miembros y asociados, con una población mundial de más de 3.000 millones de habitantes y cuya contribución al Producto Interno Bruto (PIB) representa el 37% global. No existe en esa asociación ningún miembro del Occidente colectivo, que usualmente es conocido como G7, Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia y Japón, al que hay que incluir como asociado de facto a la Unión Europea. Los BRICS, entonces, nacen como una alternativa al orden hegemónico decadente G7 y en pro de la paulatina desdolarización de la economía mundial para abogar por un nuevo orden económico emergente.

Donald Trump en discurso político señalando al público

Las políticas arancelarias de Trump aceleran el resquebrajamiento del viejo orden

La mayoría de países que participaron en la Cumbre de la OCS en Tianjín pertenecen a los BRICS, pero destaca el hecho de que las tres grandes potencias euroasiáticas, China, India y Rusia, se estén uniendo aún más para colaborar en temas de comercio internacional. Todos los participantes tienen diferentes sistemas políticos y económicos e incluso sostienen conflictos entre ellos. Pero los une un solo hecho: la política hegemónica comercial de los Estados Unidos que, contradictoriamente, hoy se ve amenazada por el desespero de la andanada arancelaria agendada por Trump, con el propósito de recuperar esa hegemonía perdida.

El hecho de que el primer ministro indio, Narendra Modi, haya sido obsecuente a los dictados de Washington pero esté hoy aliado con China y Rusia, es producto precisamente de la imposición de las sanciones de Trump, traducidas en aranceles del 50% a los productos indios con el fin de castigarlo por comprar petróleo y gas ruso. Debido a que a Rusia ya le han puesto todas las sanciones posibles, entonces recurren a las “sanciones secundarias” prohibiéndole con ello a los demás países que comercien soberanamente con Rusia.

Pero con seguridad, en esta maniobra intimidatoria contra la India a la que Modi no se ha postrado sumiso, resultan ganando los tres grandes euroasiáticos, porque los recursos energéticos rusos, que ya no pueden abastecer a Europa, ahora se dirigen a India y China. La pretensión desesperada de Trump de separar a Rusia e India de China ha logrado lo contrario. Su unidad fue evidente ante los ojos del mundo en la Cumbre de Tianjín, y así, la seguridad y la cooperación económica de Eurasia cada vez más se distancian de Occidente y anuncian el nacimiento de un Nuevo Orden Global.

 

Xi Jinping, Putin y Kim Jong Un con delegaciones en Pekín

La conmemoración de la victoria contra el fascismo

A la Cumbre de la OCS siguió la conmemoración del 80 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial y la derrota del fascismo, que además selló a favor de China la llamada Guerra de Resistencia contra la Agresión Japonesa, la más larga e intensa de esa segunda conflagración mundial, entre 1937 y 1945, que sacrificó cerca de 30 millones de chinos, la mayoría civiles. La Segunda Guerra Mundial enfrentó al fascismo, pero el peso de la confrontación recayó en los países emergentes, que finalmente contribuyeron a resolver en favor de los aliados y China aportó decididamente a ese objetivo en Asia.

Ante la consolidación de Estados Unidos como potencia hegemónica ante la caída de la Unión Soviética en 1991, todo indica que después de 34 años, lo que está sucediendo en China hoy es histórico: ante el derrumbe del orden unipolar norteamericano, en su reemplazo avanza incontenible uno nuevo basado en la multipolaridad. Las potencias emergentes, China, Rusia e India, atraen los intereses de gran parte de países del Sur Global y, lo más importante, sin pretensiones imperiales y colonialistas, que fue precisamente lo que caracterizó al dominio imperial de Occidente.

Ese Nuevo Orden augura un porvenir hemisférico más equilibrado y en paz, por lo que debemos recibirlo con entusiasmo, aunque este optimismo no pueda ocultar la amenaza de otra guerra imperialista para “hacer de nuevo a América grande”.

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