Los anuncios de grandes inversiones en Inteligencia Artificial en centros de datos y en facultades de IA, hechos por un ex ministro de las TIC, contrastan con la realidad del país: existen discursos, pero no hay acciones.
¿Qué es la inteligencia artificial?
La inteligencia artificial se caracteriza como una herramienta que analiza grandes volúmenes de datos, puede hallar patrones en los datos y puede procesar información a una mayor velocidad que nosotros. Existen, hoy en día, tareas que una máquina puede hacer mucho mejor y más eficientemente que los seres humanos y ésto deriva en la adopción de esas metodologías para hacer la vida más fácil. A grandes rasgos, a esto se le denomina adopción tecnológica y, como parte de ésta adopción, está la adopción de la inteligencia artificial como extensión del uso tecnológico, pero ¿hasta qué punto podemos vernos favorecidos? y ¿Cómo garantizar que estamos en el camino correcto?, estas preguntas tienen solución de la mano de un fuerte aparato industrial, de una malla de desarrollo estable y de una convicción de mejora por parte del gobierno de cada país y hoy en Colombia el gobierno no sólo toma decisiones en contravía del desarrollo nacional, sino en contra del desarrollo científico y tecnológico.
Esta definición cobra especial relevancia cuando se observa la desconexión entre los anuncios tecnológicos y la realidad estructural del país. Recientemente se han anunciado dos noticias clave: la creación de una facultad de inteligencia artificial en la Universidad de Caldas y una propuesta de inversión multimillonaria para centros de datos en Santa Marta, financiada por el G42 de Emiratos Árabes Unidos y Ecopetrol. Además, se contempla la creación de un centro de estudio en ‘matemáticas cuánticas’ en la Universidad del Magdalena.
Críticas y cuestionamientos.
Estos anuncios se ven opacados no sólo por lo vago de su contenido, como lo plantea el mandatario y su equipo de trabajo, sino además por la noticia del reciente asesinato del científico Alessandro Coatti en la misma ciudad que levantan, entre otras, la pregunta sobre la coherencia en la financiación y el entendimiento del gobierno nacional sobre el país, que en los últimos años ha fracasado. ¿Cómo puede éste país invertir en inteligencia artificial cuando sus problemas de base, entre ellos la seguridad, no están cubiertos en lo más mínimo que es asegurar la vida de quienes nos dedicamos a la investigación y desarrollo en ciencia y tecnología? suena incoherente anunciar con bombos la inversión multimillonaria en inteligencia artificial en medio de noticias de asesinatos y de un resurgimiento de la violencia sistemática sin un plan de acción efectivo y eficiente sobre un tema base como lo es la seguridad.
A estos cuestionamientos, respaldados además por la incertidumbre del presupuesto de Minciencias, que no para de sufrir recortes, se suma la charlatanería del exministro TIC, Mauricio Lizcano, quien de manera vergonzosa aprovechó cuánto espacio tuvo para pregonar falsedades sobre el estado de la inteligencia artificial en Colombia. El caso más destacado de esto- fue el Foro de inteligencia artificial y empleabilidad del futuro , donde tuvimos la oportunidad de ver al exministro -mentirle de frente al país en diferentes oportunidades. Durante su intervención, podemos señalar algunas argucias y esperamos dar luz sobre la realidad que oculta el ministro:
- Según el exministro de TIC “Colombia es el que tiene el índice más alto en IA en la región” (minuto 18:25), sin embargo, datos del índice de inteligencia artificial en Chile (índice al que se refiere el ministro), nos ubica en 5 puesto con un crecimiento marginal, donde el único rubro de crecimiento real ha sido la adopción de la IA a través de la discusión sobre éste tema y diversas iniciativas de carácter ciudadano y gubernamental, todavía muy lejos de “tener el índice más alto”. El delta (el cambio en el índice) más alto no lo tenemos nosotros: Costa Rica, Ecuador, Bolivia y Perú sostienen un crecimiento de éste índice mucho mayor que el de nosotros.
La realidad, a diferencia de lo que menciona el ministro, es que el país ocupa el 5to puesto en desarrollo regional sobre IA y cuenta con retos importantes en ésta materia, dado que según el índice global de IA , los aspectos más importantes para el desarrollo de la IA son:
– Investigación y desarrollo, pilar en el cual el gobierno nacional adeuda dinero a la educación y ciencia, así como adeuda de igual manera una política de desarrollo industrial concreta y transparente para la malla industrial del país; lo que revela una poca comprensión de cómo se relacionan la tecnología y la IA con el desarrollo económico.
– Impacto comercial, pilar en el cual el gobierno tampoco ha sido claro en su inversión ni ha sido claro en la propuesta de una política de TIC que permita avanzar clara y ordenadamente. Mientras tanto, empresas claves para el desarrollo de la industria, como la ETB, se ven envueltas en un panorama poco favorable.
– Infraestructura, entendiendo esto desde redes de energía eléctrica hasta supercomputadores. A Diciembre del 2023, todavía cerca del 40% de los hogares colombianos no tenían internet y apenas el 10.2% de las conexiones de internet en el país no eran domésticas ; Esto quiere decir que todavía vivimos en un país con grandes retos de acceso y desarrollo: Si 40 de cada 100 hogares todavía tenían problemas de conectividad y , adicionalmente, de toda la red de internet nacional nuestro consumo (el 89.8%) es doméstico, quiere decir que nuestra industria, comercio y gobierno apenas está en el proceso de adopción del internet. El gobierno nacional, dadas estas cifras, todavía desconoce los retos regionales y no tiene claro cómo conectar los componentes claves del desarrollo de la IA, que tiene por prerrequisito el acceso a internet.
– Talento profesional y estrategia gubernamental, en un país que recorta sin cesar la financiación para el desarrollo científico queda claro que este pilar también tiene fallas estructurales; se puede decir que el único rubro en el cual hay avances es en la estrategia gubernamental, pues sí hay mesas de diálogo y la IA se está discutiendo activamente en el gobierno y en el Congreso de la República.
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2. También habla de “La facultad de inteligencia artificial de la Universidad de Caldas” (minuto 21:27).
Facultad que no es otra que renombrar la existente y exitosa Facultad de Ingeniería de la misma universidad. Una facultad que ya funcionaba y que sólo recibió un renombre (y un nuevo pregrado, en ingeniería ambiental y sanitaria). Una facultad de inteligencia artificial e ingenierías por sí sola no resuelve los problemas de base, como lo son la falta de inversión en investigación, la falta de garantías para aumentar los cupos en la educación pública y la falta de empleo a la que se ven sometida nuestros jóvenes una vez culminan sus estudios.
Ponerse al día con la deuda que tiene el gobierno nacional con las universidades públicas así como aumentar el presupuesto de Minciencias que derive en esfuerzos interdisciplinarios pueden dar resultados positivos para el país. Más diálogo entre el sector industrial del país y el brazo de desarrollo (componente Investigación, Desarrollo e Innovación) es vital para producir soluciones tecnológicas que influyan positivamente el desarrollo del aparato productivo nacional.
3. Concluye su intervención al final hablando de “Datacenters en Zipaquirá, Usme y Tunja, así como grandes modelos de lenguaje en salud y turismo” (minutos: 24:52-26:00). Problemas de forma y fondo hay en este pronunciamiento, pues anuncian que estos proyectos estarían listos para enero de 2025 y las licitaciones del primer datacenter, que sería Zipaquirá, no están ni tampoco las fichas técnicas, los lineamientos o infraestructuras de los modelos de lenguaje en salud y medioambiente que anunció el ministro (que no menciona, además, dónde están alojados o con qué datos se entrenan). Ahora bien, cualquier inversión en infraestructura, como la de un datacenter, debe estar alineada con los retos técnicos del país tanto como con los requerimientos de una solución de éste tipo, y debe ser sostenida por una política de soberanía que indique cómo éstas soluciones pueden apoyar el desarrollo nacional en el sentido correcto; esto no es un capricho individual, pues existen hoy ejemplos de proyectos que van en éste sentido como el caso de Perú que indica lineamientos claros sobre la soberanía y los tipos de uso de la IA en su territorio nacional.
¿Qué hacer?
Frente a éste panorama, es importante recordarle al gobierno nacional que debe subsanar su deuda con la ciencia y la investigación en el país incrementando el presupuesto del Ministerio de Ciencias, así como recordarle la cuantiosa deuda que tiene con la educación superior. Adicionalmente, es a través de diálogos con el sector industrial y la sociedad civil que podemos hallar casos de uso, soluciones, opciones y retos en materia de IA que le ofrezcan riqueza al país y nos permitan apropiarnos de éstas oportunidades.
Mientras se mantenga una falta de seriedad frente a éstos temas y los ministros de éste gobierno se dediquen a hacer política en vez de una administración técnica, no vamos a poder darle la estructura a éstos proyectos para que sean de máximo provecho para la nación. Contar cuentos sin ofrecer claridad sobre los objetivos, los presupuestos y el impacto real de estos proyectos solo demuestra una falta de compromiso con el desarrollo estructural del país, y eso sí que son malas matemáticas.