La crisis económica golpea a los más pobres, principalmente a las mujeres

Oct 1, 2024Género, Mujeres, Temas

Miembro de La Tribuna de las Mujeres y formadora en prevención de violencias hacia las mujeres.
En Colombia, un poco menos de la mitad de la población sobrevive con menos de $435.000 al mes. La pobreza monetaria, pobreza extrema, desempleo e informalidad, se recargan sobre las mujeres más pobres. Es momento de exigir un verdadero cambio.

El último informe del DANE sobre pobreza monetaria en el 2023, arrojó que 1,6 millones de personas dejaron de estar en la pobreza, pasando del 36,6% en 2022 al 33% en 2023. Asimismo, informó que 1,1 millones de personas dejaron de estar en la pobreza extrema, pasando del 13,8% al 11,4%.

Pobreza monetaria y extrema El tiempo
Fuente: DANE Gráfica: El Tiempo

Estas cifras parecen ser positivas, razón por la que el gobierno nacional ha expresado que son el reflejo de que el cambio llegó al país. Sin embargo, no hay nada que celebrar. 

Esto solo quiere decir que, en un país de casi 51 millones de personas, 16,7 millones sobreviven con menos de $435.000 (línea de pobreza) al mes y 5,7 millones con menos de $219.000 (línea de pobreza extrema) al mes. ¡Inaceptable!

Bajo el mismo informe, el DANE analiza los datos sobre los programas o ayudas institucionales, destinados a la reducción de la pobreza y, según la directora de esta institución, “si no se contaran las ayudas, la incidencia monetaria hubiese aumentado de 33%  a 37,4% a nivel nacional”. 

Esta cifra es significativa, pues superaría el porcentaje alcanzado para el 2022, que se ubicó en el 36,6%, y estaría más cerca a la cifra del 2021, que fue del 39,7%, bajo las consecuencias de la pandemia. En el caso de la pobreza monetaria extrema, hubiera pasado del 13,8% al 16,1%. 

¿Podemos hablar de una feminización en la pobreza monetaria y pobreza extrema?

Al revisar las jefaturas de hogar, bajo el último informe de pobreza monetaria con enfoque diferencial del DANE, se identifica que del total de los hogares con jefatura femenina, el 41,4% se encuentra en situación de pobreza monetaria y el 16,7% en pobreza extrema. 

Si bien la realidad de la economía colombiana es difícil para la mayoría de la población, esta se recrudece para quienes, además de ser pobres, son mujeres. Es por eso que las luchas porque se garanticen los derechos alcanzados y se consigan los que faltan, no pueden estar desligadas de la exigencia por un país con condiciones económicas que permitan una vida digna para todos y todas. 

Por ejemplo, casi la mitad de las mujeres en edad de trabajar, se encuentra en la informalidad, de acuerdo a la categoría que el DANE asigna como “población fuera de la fuerza de trabajo”, mientras que para los hombres, esta misma cifra se ubica en apenas el 23%, conforme a las cifras de diciembre del 2023. 
Si a estas cifras se le suman las de desocupación tanto para mujeres como para hombres, la conclusión es que Colombia es un país en donde el 54% de las mujeres está oficialmente desocupada o en la informalidad, y el 30% de los hombres se encuentra en esta misma situación. 

Distribución Población en Edad de Trabajar
Fuente: Dane – GEIH julio 2024 Gráfica: creación propia

Las cifras demuestran que la pobreza sí se encuentra feminizada, por lo que cualquier exigencia de transformación económica y de implementación de políticas públicas debe apuntar a las razones estructurales por las que la crisis se recarga en las personas más pobres y, dentro de estas, en las mujeres. 

Frente al desolador panorama, el Centro de Estudios para el Trabajo -CEDETRABAJO- recomienda “que el gobierno implemente medidas para estimular la inversión, mejorar el acceso al crédito y reducir los costos de los servicios públicos, con el fin de reactivar la economía y asegurar un crecimiento sostenible a largo plazo”, como formas para detener la caída de la economía colombiana. 

Es hora de exigir cambios estructurales

El debate sigue sobre la mesa y el movimiento social y político de las mujeres, debe ampliar la mira de la exigencia de los derechos para avanzar en la lucha por cambios económicos estructurales que decanten en una sociedad con condiciones de vida dignas e igualitarias. 

Las acciones del gobierno de Gustavo Petro han estado encaminadas a mantener la postura de los gobiernos anteriores, asumiendo las “recomendaciones” de organismos como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial (BM), que incluyen, por ejemplo, las políticas hoy propuestas en la reforma tributaria 2.0, bajo la excusa de buscar una reactivación económica.

Mientras proponen más impuestos y adquisición de deuda, poco se habla de desarrollo económico a través del fortalecimiento de la industria y el agro, que abran la posibilidad a la generación de riqueza, empleos y mejores ingresos para la población colombiana.