Las Empresas Municipales de Cali -EMCALI- tiene la responsabilidad de la prestación del servicio de alumbrado público en Calí, sin embargo, hace 23 años la operación de los mismos fue entregada a los consorcios de William Vélez, un polémico empresario cuyos escándalos superan las fronteras nacionales, que también vinculan a Ricardo Roa, actual presidente de Ecopetrol y gerente de la campaña electoral del presidente Gustavo Petro, hoy en investigación por el Consejo Nacional Electoral.
El resultado de más de dos décadas de privatización deja un pésimo saldo para los caleños. Solo una de cada tres luminarias en Cali está modernizada, según Roger Mina, Gerente de EMCALI, la ciudad se ilumina con lámparas de sodio, costosas en mantenimiento, consumo de energía y más contaminantes. Los únicos ganadores con este modelo han sido los privados y sus socios; porque, además, la ciudad les terminó pagando $500 mil millones durante el tiempo que duró la concesión.
En Colombia el alumbrado público está altamente privatizado, los datos indican que el 88% de las empresas que prestan estos servicios son privadas o mixtas y solo el 12% son públicas [1]. El debate es muy importante pues el alumbrado público, contribuye de manera directa al disfrute de derechos como: la vida, la seguridad, la movilidad y la recreación.
Está a punto de ejecutarse un nuevo contrato de modernización y operación del alumbrado público en Cali, bajo el mismo viejo modelo de concesiones, donde el grupo Ethus, otra vez de propiedad de William Veléz, mantendrá el 30% del negocio. Es hora de que la Administración Distrital, el Concejo y EMCALI abonen el camino para que sea esta última -EMCALI, la entidad de todos los caleños, la que opere de manera directa el alumbrado público, como la única forma de garantizar altos estándares de calidad, tarifas pagables y la universalidad del servicio para toda la ciudadanía.