Los preparativos de guerra en Europa y la nueva carrera armamentística.

Nov 13, 2025

La nueva carrera armamentística europea toma fuerza. Alemania lidera los preparativos de guerra con medidas fiscales, créditos y alineación estratégica con EE. UU.

Los preparativos de guerra en Europa y la nueva carrera armamentística.

Nov 13, 2025

La nueva carrera armamentística europea toma fuerza. Alemania lidera los preparativos de guerra con medidas fiscales, créditos y alineación estratégica con EE. UU.

Nueva era en la geopolítica

En febrero del 2022, Rusia lanzó una ofensiva militar en el territorio ucraniano con el fin de prevenir el ingreso de Ucrania a la Unión Europea (UE) y a la OTAN. Esto inauguró una nueva era en la geopolítica tanto europea como global.

Durante casi cuatro años, el discurso político en Alemania, y por extensión en la UE, ha buscado dar respuestas de índole militar a los conflictos geopolíticos con características completamente distintas a las que imperaba durante el unipolarismo estadounidense de las tres décadas anteriores. La guerra entonces dejó de ser un asunto de hemisferios ajenos y repúblicas bananeras y se sitúa nuevamente en las propias puertas de la Europa desarrollada.

El anterior canciller alemán Olaf Scholz declaró ante el parlamento en febrero del 2022 el llamado “Zeitenwende” – “cambio de tiempos” ó “cambio de periodo”. Un eufemismo que resalta la necesidad de un cambio en la mentalidad, en la política y en las relaciones económicas en respuesta a la ya inexorable muerte del Consenso de Washington y la ascendencia del multipolarismo enmarcado por el rol de China y los BRICS como nuevos contendores en la economía global. Respuesta orientada no a la reinterpretación soberana del rol de Alemania y la UE en el nuevo ordenamiento mundial, sino a la defensa incondicional e inequívoca de la hegemonía estadounidense. Por supuesto todo discurso existe en la medida que es útil para justificar y respaldar políticas concretas en el viejo continente.

La cantidad y el alcance de las políticas de remilitarización pueden ser comparadas con la aplicación del neoliberalismo en las neocolonias y en los vasallos del gobierno norteamericano.

En junio del 2022 el parlamento alemán aprobó un crédito especial por el orden de 100 mil millones de euros (449 billones de pesos colombianos) para invertir en el sector defensa. Este crédito fue aprobado como una reforma constitucional para eximirse así de la regla fiscal del país.

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El 18 de marzo de 2025, el parlamento alemán aprobó nuevos créditos especiales – esta vez para “la defensa, el clima y la infraestructura” – por el orden de 500 mil millones de euros (2.247 billones de pesos).

Estos son los créditos militares más grandes de la historia de la república federal alemana. El día de la votación, el partido político “Alianza Sahra Wagenknecht” (BSW por sus siglas en alemán) realizó en acto de protesta con carteles en la plenaria del parlamento que leían “En el 1914 como en el 2025: No a los créditos de guerra” Haciendo referencia a los famosos créditos apoyados por los socialdemócratas en vísperas de la Primera Guerra Mundial para ir a la guerra contra Rusia, marcando así la ruptura entre los socialistas y los socialdemócratas del siglo XX.

Paralelamente, a nivel europeo, se está desarrollando la capacidad burocrática y política de la Comisión Europea para intervenir en las economías y en las compañías de los Estados miembros, con el fin de planificar y ampliar la producción de bienes de uso militar o de interés militar.

En marzo del 2024 la Comisión Europea expidió dos resoluciones: la Estrategia Industrial de Defensa Europea (EDIS, por sus siglas en inglés) y el Programa de Industria de Defensa Europeo (EDIP, por sus siglas en inglés). El primer documento formula una serie de objetivos claros con el fin de ampliar la industria militar del continente, mientras el segundo plantea una serie de medidas concretas para alcanzar estos objetivos.

En líneas generales, las resoluciones de la Comisión apuntan a concentrar en Europa hasta el 50% de la inversión en defensa para el 2030 y hasta el 60% para el 2035. Además se puede librar del IVA a los bienes de interés para la defensa e incluso se faculta a la Comisión para intervenir en las empresas privadas para impulsar la producción de bienes que sean considerados como de interés para la seguridad.

Los bonzos sindicales petristas

Mientras Ecopetrol se hunde y el FOMAG se diluye, los líderes sindicales petristas cambian el paro por marchas a favor del Gobierno y puestos en la burocracia.

El interés de EE. UU. en impulsar la guerra en Europa.

El actual Ministro de Defensa socialdemócrata Boris Pistorius – el cual ocupó el mismo cargo durante el gobierno del socialdemócrata Olaf Scholz – concretiza en junio del 2024 ante el parlamento alemán lo que el eufemismo planteado por el entonces canciller Scholz significa, diciendo: “debemos estar preparados para la guerra en el 2029”.

El “Zeitenwende” se ha significado entonces abiertos preparativos de guerra. Todo enmarcado en un discurso aparentemente nacionalista, pero que en realidad esconde una profunidzación de las relaciones neocoloniales entre EE. UU. y Europa.

Si bien, las productoras armamentísticas alemanas han visto un inimaginable incremento en el valor de sus acciones, así como en su rentabilidad, el grueso de las ganancias se las está llevando el complejo militar-industrial de EE. UU.

Mientras la acción de Rheinmetall – la mayor productora de armas alemana – en los últimos cinco años se ha valorizado en más de 2.000%. El constreñimiento en los demás sectores industriales europeos transforman a este mercado en un mercado de importación de armamento.

Para comienzos de la guerra en Ucrania, el 68% del armamento europeo provenía del gigante Norteamericano.Y para el periodo 2020-2023 la participación estadounidense en el mercado de armas internacional fue del 42%, mientras la participación alemana solo del 6% y la francesa del 10%.

Paralelamente, el incremento de la demanda de armas en Europa es muchísimo mayor a la capacidad industrial europea para surtir su propio mercado. Si se compara la demanda entre el 2022-2023 con la demanda del 2020-2021 el incremento total ha sido de 136%. Polonia, Italia, Grecia, y Alemania encabezan esta tendencia con un incremento del 710%, 75%, 44,8% y 44,7% respectivamente.

Es evidente que los grandes ganadores de la bonanza armamentista son los consorcios estadounidenses, los cuales son los únicos con la capacidad productiva para cubrir el grueso de la demanda suscitada por esta nueva carrera armamentística. Si además analizamos los desarrollos recientes en la OTAN, donde los Estados miembros disponen del 5% de su PIB anual para defensa – en el caso alemán esto sería cerca del 50% del presupuesto nacional anual – y la política arancelaria de Donald Trump, la cual es dirigida explícitamente para incentivar a las compañías europeas a mudarse a Norteamérica, podemos ver en qué dirección avanza la política norteamericana en Europa.

El instituto ISW – Instituto de investigación económica y socio ecológica – evidencia en un estudio, que para el 2023 al menos la mitad de los créditos especiales asumidos en el 2022 habrían terminado en las arcas de las armamentísticas norteamericanas. Este ejemplo es representativo de la subordinación económica del imperialismo norteamericano sobre Europa desde que destruyó el gasoducto Nord-Stream 2.

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