La Junta Directiva de la Nueva EPS reglamentó y convocó la elección para designar al representante de los usuarios, sin acatar plenamente el mandato de la Corte Constitucional, establecido en la Sentencia.
Dicha sentencia determina que la elección debía realizarse a través de un «proceso democrático», en el cual las asociaciones de usuarios participarían activamente para designar a su representante. Sin embargo, la convocatoria realizada por la Nueva EPS no contó con la participación de los usuarios en su elaboración y reglamentación lo que no brinda las condiciones necesarias para asegurar esa representación democrática.
La Nueva EPS dividió el territorio donde tiene afiliados en ocho regiones en las cuales los afiliados elegirán a 22 delegados. Esta distribución dejó sin puesto de votación a muchos municipios con un volumen importante de afiliados, lo que convierte el proceso en algo que parece más una formalidad que una verdadera oportunidad de participación.
Difusión limitada y reglas confusas
A la falta de sitios de votación se suma la escasa información proporcionada a los usuarios sobre el proceso electoral. Aunque 69 candidatos se presentaron en las diferentes regiones, la difusión ha sido insuficiente, dejando a muchos afiliados sin conocimiento del proceso o sin facilidades para participar.
Este panorama genera preguntas sobre la legitimidad de la elección del representante de los pacientes. ¿Realmente se garantiza la voz de todos los usuarios o solo de unos pocos que tienen acceso a votar?
La representación debería ser inclusiva
Tener un representante en la Junta Directiva es una oportunidad importante para que los usuarios puedan influir en las decisiones que afectan su acceso a la salud. No obstante, la exclusión de tantos municipios y la falta de difusión adecuada comprometen la equidad de esta elección, haciendo que la participación efectiva quede en manos de una minoría.
La situación expuesta es de enorme gravedad si se tiene en cuenta que la Nueva EPS se encuentra intervenida y bajo el control directo del gobierno de Petro sin que haya una entidad de vigilancia y control independiente que garantice la transparencia. Petro en sus discursos llama a la participación popular, pero en la práctica, como en el caso de la elección de un representante de los usuarios a la Nueva EPS, no se preocupa de establecer las condiciones para garantizar esa participación.
Foto del tarjetón aquí