Autores: Álvaro Rodríguez Soto, Carlos Naranjo, Jorge Bejarano, Eudoro Álvarez

El llamado de luchadores históricos del agro y la política nacionales

Sep 3, 2025

Dirigentes como Robledo merecen respeto y garantías por parte del gobierno.

El llamado de luchadores históricos del agro y la política nacionales

Sep 3, 2025

Dirigentes como Robledo merecen respeto y garantías por parte del gobierno.
Autores: Álvaro Rodríguez Soto, Carlos Naranjo, Jorge Bejarano, Eudoro Álvarez

Colombia vive la desventurada paradoja de un gobierno que, a nombre de la izquierda, prometió cambiar la situación de abatimiento de la población y de sometimiento a la corrupción impuesta por la clase política imperante, pero con la que terminó gobernando Petro. Roy Barreras y Armando Benedetti son personajes típicos de esa minoría descompuesta convertida en empresarios de la política.

Jorge Enrique Robledo, forjado como dirigente político en el movimiento estudiantil de 1971 y comprometido con la defensa de los derechos democráticos de la población colombiana, toma la política como un servicio público, lucha con los sindicatos por sus derechos y por la defensa del trabajo y la producción nacionales.

Ha denunciado los nefastos TLC que, al abrir las importaciones exigidas por Estados Unidos, terminaron por quebrar a los productores nacionales. Tratados que Petro se comprometió a renegociar y nunca cumplió. Con un resultado: Colombia perdió su seguridad y soberanía alimentaria, importa sus cereales y ahora el arroz se encuentra  en peligro; se extinguió la industria de los textiles, y su ocaso dejó cesantes a miles de manos laboriosas.

“Construyamos la unidad del país para conquistar su soberanía económica, como condición para generar riqueza con empleo productivo”, nos lo recuerda Robledo. Estudia con dedicación y disciplina esta grave situación y se suma a la defensa de los cafeteros para fundar la Unidad Cafetera y, más tarde, Salvación Agropecuaria Nacional. Esta actividad lo exalta al Senado de la República y toma la política con el espíritu de servir a la comunidad para defender a Colombia y los derechos democráticos de su población, méritos que permitieron ser elegido como el mejor senador de la República durante cinco periodos consecutivos. Bajo el gobierno de Santos se consagra a investigar la crisis de la salud para sustentar sus debates irrebatibles de SaludCoop y Medimas. Estudia con rigurosidad la corrupción en Colombia: por sus denuncias, “uribito” fue condenado y puso en la picota pública a los hijos de Uribe por beneficiarse del poder político para comprar a menos precio tierras en la zona franca del occidente de Bogotá. Es tan generalizada la corrupción que engendra el poder político que Robledo acuñó la frase «Colombia no es la hacienda El Ubérrimo”, para alentar a «Que los colombianos no se dobleguen». Esta premonición esclarecedora del presente es un «Llamado a todos los colombianos a reconocer la gravedad de lo que ocurre en el país. Colombia se hunde en la descomposición. Nuestra patria avanza en grado superlativo en un proceso de putrefacción».

Consciente de este proceder reiterativo en todos los gobiernos, Robledo trabaja intensamente con Sergio Fajardo, probado luchador por construir una política alejada del cáncer de la corrupción, y con varios dirigentes de distintos partidos en búsqueda de la unidad alrededor de un programa mínimo como condición indispensable que permita actuar colectivamente en beneficio del país. En este empeño logran constituir una coalición, AHORA COLOMBIA, que busca unir a los que se identifiquen con el programa mínimo, levanten la cabeza y miren con esperanza el futuro de Colombia, porque Colombia sí tiene arreglo.

Robledo no da descanso al compromiso con sus convicciones democráticas, no sólo ha desenmascarado a los gobiernos de los partidos tradicionales, sino que en Sin pelos en la lengua, título de uno de sus libros, no guarda silencio ante las políticas que atentan contra Colombia impuestas por Petro. Una de las más dañinas es la de convertir a ECOPETROL en una empresa al servicio de su descaminada idea de la transición energética, al despojarla de su misión de exploración y producción de hidrocarburos, crear desempleo y eliminar al personal más calificado. El despropósito trae consigo la pérdida de la soberanía energética del país, a tal grado que la dirigencia del sindicato de los trabajadores, la histórica USO, se pronunció contra esta política y llamó al país a defender el patrimonio nacional.

Dirigentes como Robledo merecen respeto y garantías por parte del gobierno. Y el país merece una confrontación política de alto nivel intelectual que lo unifique en defensa de sus intereses nacionales. AHORA COLOMBIA es la única salida para rescatar la soberanía, defender el patrimonio nacional y abrirle camino a una Colombia digna.

ALVARO RODRIGUEZ SOTO

CARLOS EDUARDO NARANJO OSSA

EUDORO ÁLVAREZ 

JORGE BEJARANO

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