El 21 de octubre, campesinos y productores agropecuarios de los páramos del Almorzadero, Santurbán-Berlín y la Sierra Nevada de El Cocuy, se tomaron las carreteras de Norte de Santander, Santander y Boyacá para exigir al Gobierno nacional que atienda sus demandas. La movilización busca frenar las medidas que les exigen abandonar las labores tanto agrícolas como pecuarias, con lo que se verían sin medios de subsistencia.
Ya habían salido a las carreteras durante el paro agrario de 2013 igualmente en defensa de la producción. La protesta, mirada con desdén por el presidente Santos con la frase “El tal paro no existe”, despertó la admiración y solidaridad de los colombianos.
Dignidad Agropecuaria expresa su apoyo
Durante días, los líderes de la protesta anunciaron la marcha en redes sociales y comunicados, informando a la ciudadanía sobre las razones que los llevaron a tomar la decisión.
Al expresar su total apoyo a las movilizaciones campesinas, Dignidad Agropecuaria Colombiana denunció que el gobierno ha ignorado las peticiones de los parameros y ha impuesto restricciones que afectan la producción agrícola y pecuaria, amenazando la soberanía alimentaria de la región y forzando a los campesinos a abandonar sus tierras.
¿Qué pierden los campesinos del páramo?
Los parameros llevan generaciones produciendo los alimentos que sustentan a sus familias y contribuyen a la soberanía alimentaria del país. Sin embargo, el panorama ha cambiado. Según el comunicado de Dignidad Agropecuaria Colombiana, el Ministerio del Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, junto con las Corporaciones Autónomas Regionales (CAR), ha implementado normativas que prohíben actividades productivas en estas áreas. La actitud del gobierno ha generado una gran preocupación entre los campesinos, quienes temen perder sus derechos sobre sus tierras y verse obligados a desplazarse.
“La decisión de prohibir la producción no solo nos afecta a nosotros, sino a todo el país. Si no podemos trabajar, ¿cómo se va a garantizar la alimentación en la región?”, comentaba uno de los líderes del movimiento. Los campesinos consideran que las injustas medidas desconocen la importancia de su trabajo en el mantenimiento de las economías locales y la preservación del entorno natural.
Por falta de diálogo, un conflicto sin resolver
La movilización de campesinos del páramo es el resultado de la frustración por la falta de comunicación entre el gobierno y las comunidades campesinas. Dignidad Agropecuaria Colombiana denuncia que el gobierno no ha mostrado disposición para buscar acuerdos que permitan a los parameros continuar con sus actividades productivas de manera sostenible, sin poner en riesgo la conservación del medio ambiente.
Desde Dignidad Agropecuaria se propone que se adopten estrategias respaldadas por el Estado para proteger los recursos naturales de la zona, mientras se garantiza el derecho de los campesinos a trabajar la tierra que han habitado por generaciones. “Necesitamos apoyo económico y académico para desarrollar actividades que no solo protejan el medio ambiente, sino que también permitan a nuestras comunidades seguir produciendo alimentos”, añadieron voceros del Comité Ejecutivo Nacional.
Solicitan vivir en paz con la naturaleza
Con el paro, los campesinos del páramo claman por una salida que permita el desarrollo sostenible de la región, sin afectar el derecho de las comunidades a mantener sus medios de vida.
Dignidad Agropecuaria Colombiana hizo un llamado al Gobierno nacional a que atienda los justos reclamos de los parameros y pacte con ellos soluciones que les permitan vivir en paz con la naturaleza, desarrollar sus actividades productivas, claves en la alimentación de la población de estas regiones, y conservar su territorio y propiedades en las mejores condiciones posibles.
Para los habitantes del páramo, la tierra es mucho más que un medio de producción. Es su hogar, su historia y su futuro. Las decisiones que se tomen en este momento serán determinantes para definir el rumbo de sus vidas y el bienestar de las comunidades.
El Comité Ejecutivo Nacional de Dignidad Agropecuaria Colombiana concluye su declaración pidiendo al gobierno que actúe con prontitud y escuche las voces de los parameros, para que puedan seguir trabajando la tierra sin temor a perder sus derechos y propiedades.