Gobierno de Petro elimina subsidios. Sufren las clases media y baja
El discurso del Gobierno del presidente Petro, que combina el populismo radical con la ortodoxia neoliberal, marca el gran engaño y la farsa en contra de la población colombiana. El presidente y sus altos funcionarios se apartan en esta campaña electoral de un análisis objetivo y autocrítico, propio de lo que sería una izquierda democrática. Mientras tanto siguen pregonando “Un Cambio” que nunca le llegó a la población, que sigue padeciendo los efectos de la implementación del modelo neoliberal: La no renegociación del TLC, la sujeción de la economía a las imposiciones del FMI y la banca multilateral, el apego al decálogo de la OCDE, la negociación de sus “reformas sociales” –entre ellas la de pensiones, laboral y salud– con esas entidades del “Poder” que están sujetas al sistema financiero internacional; la cesión de bases militares en Leticia e Isla Gorgona, la sumisión al Comando Sur, la permanencia en la OTAN y la aceptación de las instrucciones de los altos funcionarios de EEUU, son todas decisiones que afectan al pueblo y convierten al Gobierno del presidente Petro en un auténtico cipayo neoliberal. “Más de lo mismo”.
El presidente Petro reconoció que la reforma pensional fortalece a los Fondos Privados, puesto que, en la posesión del ministro del Trabajo, hablando sobre el posible hundimiento de esta reforma, dijo: “Arruinaría a los mismos fondos privados de pensiones. Porque si ya no hay reforma pensional, habrá una estampida de los cotizantes hacia Colpensiones, como ya está habiendo”. Lo que significa que la reforma pensional es para salvar a los Fondos Privados de los banqueros y no para beneficiar a los trabajadores ni a Colpensiones. De igual forma, el incremento sostenido de los combustibles, las regresivas reformas tributarias, sus propuestas de congelamiento de salarios durante el XX Congreso Nacional de la Infraestructura, los recortes en los presupuestos –hasta el del deporte–, el pago sin chistar de la onerosa deuda externa, la escasa inversión social, la política petrolera y la prolongación de las concesiones (“Yo nunca he sido enemigo de la figura de la concesión”, manifestó el jefe de Estado en el Congreso de Infraestructura realizado en Cartagena), son todas medidas de su ortodoxia neoliberal en contra de la población.
Nueva EPS. ¿“Fraude con la salud del pueblo” o intervención fallida?
La crisis de la Nueva EPS en 2025 se agrava bajo control de la administración Petro: anticipos, contratos y facturas sin legalizar, deudas crecientes y récord de quejas de usuarios.
Este populismo de izquierda neoliberal petrista está cerrando con broche de oro. En la página de Prosperidad Social, reza la declaración del 7 de mayo de 2024 del entonces director de esa entidad, Gustavo Bolívar, quien ratificó que respondería al compromiso del presidente Gustavo Petro: “Los subsidios tienen que acabarse, porque ya está demostrado que no sacan a la gente de la pobreza. El presidente nos ha ordenado transformarlos en apoyo a proyectos productivos”, expresó Bolívar.
Hoy, con el sofisma de la transición energética, que demorará décadas para concretarse, se va a golpear de nuevo a la población con la eliminación del subsidio a la energía, que es el que le garantiza ese servicio vital a los estratos 1, 2 y 3. Algo parecido están sufriendo los 234 mil estudiantes beneficiarios de lo que fue el ICETEX, que el ministro de Educación, Daniel Rojas, también por órdenes del presidente Petro, convirtió en un banco agiotista que les reajustó la tasa de interés del 5 % al 15 % anual.
Los populismos de izquierda y derecha, como sucede con todos los extremos, se juntan, en “más de los mismo”. ¡El pueblo tiene que reaccionar y no dejarse estafar!