La OCDE elogió al gobierno Petro por sus reformas laboral y pensional durante un foro en Barranquilla. ¡Gobierno ‘rodillón’! cede ante intereses del capital financiero internacional y la banca multilateral, reforzando la subordinación económica de Colombia a organismos como la OCDE y el FMI.
Rozagante lucía el ministro de Trabajo colombiano, Antonio Sanguino, arropado por el secretario general adjunto de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico –OCDE–, Yoshiki Takeuchi, en el encuentro celebrado en Barraquilla en el cual, según información resaltada por el portal de la Casa de Nariño del 11 de julio de 2025: “La OCDE felicita a Colombia por reformas pensional y laboral”. Con todo y esto, todavía los bonzos sindicales, que hacen mayorías especialmente en la Central Unitaria de Trabajadores –CUT– y en la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación –FECODE–, cual séquito de monjes domados, no aceptan que el Gobierno del presidente Petro solo obedece a los intereses del capital financiero transnacional.
La información oficial dice: “El secretario general adjunto de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Yoshiki Takeuchi, felicitó al Gobierno de Gustavo Petro por el avance en las reformas pensional y laboral, “las cuales permiten alinear al país con los compromisos de este organismo internacional”. Este reconocimiento lo oficializó el alto representante de la OCDE durante el encuentro que sostuvo con el ministro del Trabajo, Antonio Sanguino, en el marco del Foro de Desarrollo Local de la OCDE 2025, donde conoció los más destacados avances de las reformas laboral y pensional”. Y después de destacar unas cuantas cosas que considera importantes para la población, escondiendo en dónde están los intereses reales de las mencionadas reformas, “se definió una agenda común de intercambio de información y de encuentros institucionales entre Colombia y la OCDE, hasta el final del año en curso”.
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El presidente Petro, quien en público chista y posa de nacionalista, es en realidad un agente del capital financiero internacional, funcional y servicial a las imposiciones de EEUU: Votó y respaldó la anexión de Colombia al tanque de pensamiento neoliberal que es la OCDE; en lo económico, mantiene su sumisión al Tratado de Libre Comercio, que arruina el aparato productivo del país, pero además sigue sujeto a los Acuerdos para la Promoción y Protección de Inversiones, que le garantiza grandes gabelas al capital transnacional; adicionalmente, acordó las reformas: tributaria, laboral y pensional con el aval de la banca multilateral, como lo anunció el 22 de septiembre de 2022 la entonces ministra de Trabajo y delegataria en funciones presidenciales, Gloria Inés Ramírez. El presidente Petro también se siente cómodo en la OTAN, que es una alianza con la cual EEUU impone su hegemonía en el mundo; y le encimó la entrega de la Amazonía y la Isla Gorgona para que EEUU “siente sus reales” en nuestro país.
De verdad que se ve muy chistoso al presidente Petro intentando levantar la voz ante el apabullamiento de Donald Trump, quien no pierde la oportunidad para recordarle que tiene que ser obediente –o sea, “rodillón”–, pues “en Colombia no se mueve la hoja de un árbol sin el permiso de EEUU”. De eso el presidente Petro sabe bastante, por lo que es bueno rememorar el episodio cuando el “locuaz” hoy presidente militaba en el Polo Democrático Alternativo y en audiencia con el embajador de los EEUU se fue a comentarle lo que hacían algunos dirigentes de ese partido y las intimidades de los análisis y discusiones, cuando ese partido era de izquierda y de oposición. Esto se vino a saber con los episodios de WikiLeaks, organización fundada por Julian Assange. ¡Las reformas sociales de Petro son nuevos acondicionamientos a las necesidades del capital transnacional!